De cómo una rumana formada en cine en EE.UU., residente en Bélgica, terminó contando sobre una parte de la realidad mexicana. Teodora Mihai (Bucarest, 1981) tiene su relato propio.
La primera conexión con México fue a través de seres queridos, de largas estancias en ese país, para luego convertirse en un interés genuino hacia la violencia desbordada y sus consecuencias. En México encontraría el hilo para su próxima historia, la cual fue concebida como un documental, pero luego decantó en ficción.
La civil, su segundo largometraje, está inspirado en hechos reales. En este drama con altas dosis de thriller, la actriz mexicana Arcelia Ramírez interpreta a Cielo, que se empeña en investigar la desaparición de su hija adolescente. Tomar la justicia por su propia mano la llevará a toparse con el muro de silencio de sus vecinos, con la corrupción endémica de las autoridades, la impunidad de los carteles de la droga y con las poco ortodoxas actividades de grupos armados.
Gran parte del viaje de Cielo al infierno corresponde al de la activista Miriam Rodríguez quien, tras indagar sobre los autores del feminicidio de su hija, también sería asesinada. Con Miriam en mente, Teodora logró que esta historia centrada en una mujer dispuesta a todo haya sentado un precedente en la cinematografía mexicana debido a la perspectiva y forma de narración sobre una realidad que supera a cualquier ficción.
De Rumanía a México
En 2014 hice el documental Waiting for August que cuenta sobre una familia de siete hijos que viven sin la madre. Como ellos hay muchos niños en Rumanía que viven en circunstancias muy difíciles, por problemas socieconómicos los padres tienen que irse a otros países para ganar dinero y, si tienen suerte, los chicos se quedan con los abuelos o con los tíos. Ese tipo de infancia es una tortura y fue algo que me interesó mucho.
Establecí conexiones entre la realidad rumana con la mexicana, empecé a preguntarme cómo es ser adolescente en México, pero también cómo es ser madre o padre en un contexto en el que sales de casa y es posible que no vuelvas y que nadie sepa lo que te pasó. Las desapariciones me impactaron, fue un tema que me encontró a mí, de modo que lo consideré relevante para ser tratado.
Enfrentarse a la cultura de la violencia en México
Cuento historias porque quiero conmover a la gente, y toco temas difíciles porque pienso que es importante ponerlos sobre la mesa para incentivar el debate. No pretendo tener respuestas para la violencia en México, es algo bastante complejo, pero ojalá se produzca un cambio positivo.
Yo no creo que la violencia sea hereditaria en América Latina en general, hay más implicaciones. Por ejemplo, en 2006 el presidente de aquel momento [Felipe] Calderón declaró la guerra contra las drogas, lo cual incidió en la vida de la gente porque el espiral de violencia comenzó a filtrarse en la cotidianidad. Hoy en día no puedes salir de casa sin temer quedarte atrapada en un tiroteo callejero.
La civil, entre la osadía y el miedo
Te metes en problemas cuando tratas de documentar los hechos, cuando filmas a personas específicas o cuando mencionas carteles, políticos, etc. La idea inicial de La civil era hacer un documental. Durante dos años y medio estuve inmersa en una investigación, pero cuando llevaba unas semanas de rodaje en una región altamente peligrosa, me di cuenta de que ese no era el mejor enfoque.
No tenía la libertad de decir y exponer lo que quería. El proyecto implicaba información bastante delicada, por lo que estaba destinada a la censura o a la auto censura. De seguir adelante con el documental ponía en peligro al equipo y a la gente que estaba colaborando conmigo, entonces ponderé la situación y decidimos volcar la investigación que había hecho en una ficción.
Empecé a desarrollar la historia de La civil con el novelista mexicano Habacuc Antonio de Rosario, que nació y se crió en Tamaulipas en el norte del país, y conoce perfectamente la situación.
Si bien el personaje de Cielo está inspirado en una persona en concreto [se refiere a la activista Miriam Rodríguez], otros testimonios y las experiencias de otras familias también entraron en nuestra historia. Captar todo eso fue el desafío.
Detrás de una mujer
Quería contar esa historia desde el punto de vista de esa mamá torturada por la situación de haber perdido a su hija y por no conocer las circunstancias reales de su desaparición. Desde el guion decidimos seguirla desde muy de cerca, no me interesaba mostrar las otras perspectivas porque esta era su historia y su sicología.
A medida que transcurre la acción ella se vuelve más fuerte, pero se va perdiendo, abandonando su propia moralidad. Es muy paradójico porque cuando la violencia te toca, es como si se cerrara un círculo, entonces pasas de víctima a perpetrador, y cuando te das cuenta, intentas de salir de eso. Toda esa complejidad nos dice mucho sobre la humanidad.
Desarrollar un estilo propio
Las mejores ficciones son documentales, como los mejores documentales son las ficciones. Eso ya lo dijo Godard, y llevaba razón. Me fascina que resulte casi imposible etiquetar una película.
Precisamente en La civil quería plasmar la crudeza de la realidad, y claro, había que decidir de qué manera sería la aproximación cinematográfica, dónde poner la cámara, qué iluminación usar, desistir de una banda sonora… Fue todo un proceso para decantar el estilo, y ahí también incluyo la manera de la interpretación, que tenía que ser anti telenovela para que resultase lo más sutil posible.
Filmografía
Cortometrajes
Civil War Essay (2000)
Alice (2017)
Parket (2019)
Largometrajes
Waiting for August (2014)
La civil (2021)
Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones
Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.